A mediados del siglo pasado, el constructor americano Joseph Eichler contrató a algunos de los arquitectos americanos más relevantes de la época con el fin de diseñar una serie de viviendas adaptadas a los presupuestos de las clases medias.
Entre 1950 y 1974, Eichler llegó a construir más de 11.000 viviendas repartidas a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos, entre San Francisco y Los Ángeles que se han convertido en un referente, aún vigente, de la arquitectura moderna de calidad a precio asequible.
Entre los proyectos más destacados se encuentran el vecindario de Fairhaven, de los arquitectos Anshen + Allen en Orange, California; las viviendas y apartamentos de Archibalt Quincy Jones, quien en algunos desarrollos formó equipo con Frederick Emmons, a petición del propio Eichler; o las viviendas modulares de acero en Palo Alto del arquitecto Raphael Soriano, galardonadas con dos premios del Instituto Americano de Arquitectos, AIA.
Las casas Eichler se construyen mediante estructura de madera o acero vista cuyas vigas se extienden más allá de los límites del cerramiento. Los espacios priorizan la relación con el exterior con grandes aberturas acristaladas, integrando patios abiertos alrededor de los cuáles se organiza la planta.
Las composiciones de superficies cerámicas de colores vivos, del envigado de madera laminada y pavimentos de hormigón, con el despiece de un tatami japonés, son minimalistas y sensuales a la vez. No sorprende que el verde de la vegetación californiana, parecida a la mediterránea, tan solo sea un pretexto para abrir estas esculturas habitables a jardines poblados de palmeras, supuestamente de esencia perfumada y saludable.
El interés actual de estas construcciones radica en su carácter reproducible, considerando que nos encontramos en un momento en el que proliferan propuestas de viviendas prefabricadas, producidas en taller y montadas in situ en tan solo dos semanas. Eichler, ya en los años 50, había experimentado con el ensamblaje de casas modulares fabricadas con medios industriales, destinadas a una clase media acomodada. Pero más allá de una estética industrial, las viviendas de Eichler despliegan una atracción inmediata, familiar y lejana a la vez. Están tan alejadas de las viviendas de “alto estanding” que pueblan nuestra litoral en una soez nauseabunda, cómo de los contenedores individualistas de superficies semitransparente, multicolores y poliédricas que se diseminan en nuestras ciudades, sin nunca echar raíces. Al contrario, estas casas impactan por la frescura de su factura arquitectónica, el impacto visual de la composición de sus fachadas, la mezcla vigorizante de sus materiales, siempre concebidas con una profundidad tectónica, que es la esencia misma de la arquitectura.
A diferencia de las “machines a habiter” de Le Corbusier y de sus correligionarios – no en vano el arquitecto utilizaba la imagen de un buque transatlántico para describir sus viviendas vanguardistas de la época racionalista – contenedores blancos que el filósofo alemán Ernst Bloch denunciaba por despertar una sensación de zarpada inminente, tan contraria a la intención de toda arquitectura que se precie de serlo, es decir, la de crear un techo, un lugar o Heimat para el hombre. Estas viviendas parecen querer darnos una lección, al tiempo que representan una promesa: que la pasión y la voluntad de lograr la excelencia, combinando el saber-hacer empresarial con una considerable dosis de energía visionaria, resultan ser rentables y al mismo tiempo capaces de crear auténticos hogares, que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que constituyen en nuestros días productos de alto valor en el mercado residencial.
Eichler se convirtió en uno de los constructores más relevantes de la época y en un defensor de la igualdad de oportunidades, promoviendo políticas de no discriminación entre razas y religiones que le llevaron a enfrentarse a la Asociación Americana de Constructores. Pero pese a que el builder defendía un modelo de vivienda universal y asequible, hoy en día sus viviendas se han revalorizado e incluso han aparecido inmobiliarias especializadas en la compra-venta de sus desarrollos.
Para ampliar la información os recomendamos la visita a tres páginas web:
http://totheweb.com/eichler/index.html, con información y artículos publicados en las revistas Family Circle y Arts & Architecture –conocida por la publicación de las Case Study houses-.
http://www.flickr.com/groups/eichler/ que cuenta con casi 800 imágenes de interiores y exteriores de las viviendas, tomadas por distintos fotógrafos.
https://theanalogeye.wordpress.com/2011/07/13/eichler-homes-orange-california/ un blog de alta calidad fotográfica que, a nuestro parecer, transmite muy bien el carácter de estas casas.
Créditos de las imágenes: Jesse Chairez / theanalogeye.wordpress.com
Artículos de las revistas: Family Circle; Arts & architecture / www.totheweb.com/eichler